sábado

Hoy Dios no jugó a los dados en la Bombonera


Vial 1 Mejillones 0
Relato mítico y subjetivo del Caudillo Aurinegro



Por fin pudieron explotar las gargartas aurinegras en un grito de gol. El primer grito de gol de esta liguilla final, liguilla de la muerte. Digo el primero, porque me suena a grito de nacimiento. El primer grito de despertar.
No jugamos bien, no pasamos por encima de Mejillones, pero ganamos. Ganamos y la hinchada del vial quedo nuevamente colgando de una estrella, soñando con volver a segunda división, al futbol profesional, como lo hicimos hace ya 30 años. Esa mítica hazaña que hasta el día de hoy no ha podido ser igualada.
Después del 4 a cero en Santiago quede con un gusto amargo. Un estadio repleto de Vialinos que no pudo jamás convertirse en fiesta. Un carnaval aurinegro que no pudo concluir, y quedo en suspenso una semana más.
Y toda esta semana estuve en suspenso, porque tengo la certeza de que este será nuevamente el año. Este año de explosión social, de movilizaciones, es también el año del vialito. Y es que el Vial se hace fuerte cuando la protesta del pueblo se manifiesta.
Y esa protesta hoy se convirtió en gol.
Minuto 15 del segundo tiempo. El minuto justiciero. El arquero tomó la pelota con la mano fuera del área. ¡Penal y expulsión!, grito un viejo que estaba sentado al lado mío. El árbitro no cobró penal, porque en realidad no lo fue, y sólo multo con amarilla a un arquero que llevaba una camiseta rosada. Aunque mientras al juez mostraba la tarjeta, yo pensaba que el sólo hecho de llevar una camiseta rosada, morada o lila, es motivo suficiente para expulsar a cualquier ser humano de una cancha de futbol.
¡No cobro penal y solo le mostró amarilla al arquero de camiseta rosada!
Pero el Pato Lagos, con un disparo furibundo, clavó la pelota en un ángulo imposible que hizo estéril el esfuerzo del portero. Un cañonazo que termino enredado en la portería de Mejillones. Un golpe rotundo. Un golpe letal.
¡Justicia Divina! ¡Justicia Divina!
El Pato cobró caro la osadía del arquero de Mejillones. Alguien debió advertirle que en la Bombonera de Boca Sur no se puede vestir una camiseta morada, ni lila, ni rosada.
Justicia por la hinchada del Vial. Porque somos más. Porque lo merecíamos. Porque lo merece el plantel. Porque pudimos celebrar después de una semana. Porque seguimos en carrera. Porque vamos a subir a segunda.
Justicia Divina.
Luego de eso, todo fue sufrimiento. Pero tuvimos un Salvador en el arco.  Dios nos mandó un mesías para cuidar el resultado. Lo atajó todo. Voló y cuidó de la portería como lo hacía el Loco Cepeda, el Loco Brunelli o el Loco Peñailillo. 
Terminó el partido y la protesta se trasformó en carnaval, un carnaval aurinegro. Desde el cielo cayeron fuegos artificiales, consignas y papel picado Y es que, desde arriba, junto a todos los hinchas vialinos que ya han partido al otro mundo, las divinidades no quisieron dejar nada al azar. Hoy el Vial tenía que ganar si o sí. Y ganó.
Ya tenemos nuestros 3 puntos.
Ahora que pase Iberia.




2 comentarios:

  1. Que bonito relato .. se agradece tan nobles palabras . fueza que este sabado debemos sacar un buen resultado

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  2. Sigue adelante, Vial Unido, así como el pueblo debe rehacerse para enfrentar los poderes económicos y políticos que siguen pisoteándolo. Desde la cancha (sea de césped, de tierra o con piedras) a la arena del país, el partido debe jugarse hasta vencer.

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